«¿Qué tengo yo que no tengan ellos?»
Esta es la pregunta que ronda la cabeza de cualquier negocio. Cualquier negocio que pretenda diferenciarse de su competencia, quiero decir.
Y es que, probablemente, tu potencial cliente se está haciendo esa misma pregunta.
Por eso, es vital saber qué está contando tu competencia. Al menos si no quieres arriesgarte a sonar igual que otros tantos negocios similares al tuyo y confiar ciegamente en que tu cliente será capaz de distinguirte (y preferirte) a ti.
Así que, si eres de los que no quiere asumir riesgos innecesarios en sus textos y prefiere jugar con algo de ventaja, ha llegado la hora de espiar a tu competencia.
#6 elementos que no pueden faltar para investigar a tu competencia.
Voy a dar por sentado que ya te has tomado tu tiempo en conocer a tu cliente ideal y que ya tienes tu lista de principales competidores (si no es así, ese debería ser tu primer paso).
Bien, ¿ahora qué? ¿Qué información deberías rascar de cada uno de ellos?
Estos son los 6 elementos que deberías estar mirando con lupa.
#1. TONO.
¿Qué tono de comunicación utilizan tus competidores? ¿Qué transmiten con sus mensajes?
Puede que su forma de expresarse sea extremadamente directa y agresiva. Quizás usan un tono muy dulce y amable, casi «edulcorados». ¿O son más bien juguetones con el lenguaje y un poco atrevidos?
Anótalo tal y como lo describirías tú después de echarle un buen vistazo a sus textos.
#2. MENSAJE PRINCIPAL.
¿Cuál es su propuesta de valor? ¿Qué es lo que primero que quiere contarle a su audiencia?
Ese será su mensaje principal y con toda probabilidad, lo encontrarás en la misma página de inicio o en su página de ventas. Esto es realmente importante, ya que se trata de la idea con la que se quedará tu cliente si se da una vuelta por su web.
#3. OTROS MENSAJES RELEVANTES.
¿Qué hay más allá de la propuesta de valor?
No te quedes en la página de inicio o en la página de ventas. Hay otros detalles a los que le puedes sacar mucho jugo.
Si sigues indagando por la web y contenidos de tus competidores, acabarás con una lista de mensajes que pueden ser relevantes para tu audiencia.
#4. PUNTOS DE DOLOR/PLACER.
¿Por qué estos mensajes pueden ser relevantes para tu cliente ideal?
Si conoces bien a tu cliente, deberías saber cuáles son las motivaciones o frustraciones (miedos o deseos, dolor o placer, etc.) que los llevan hasta ti o hasta tu competencia. Pero es igual de importante saber entender cómo esos competidores se dirigen a su público y a qué apelan para ganarse su atención.
#5. BENEFICIOS.
A tus potenciales clientes les da prácticamente igual todo lo que incluya tu producto o servicio. ¿Características? Por uno oído les entran y por otro les salen.
¿De qué manera puedes ayudarles a satisfacer su deseo o a solucionar su problema? Eso es lo único con lo que se van a quedar.
Busca el beneficio que asegura tu competencia, porque será su carta más potente para conectar con su público.
#6. ARGUMENTOS DE VENTA.
Ahora bien, ¿de qué manera piensan respaldar esos beneficios y «promesas»?
Necesitarán argumentos de ventas que hagan su oferta creíble y convencer de manera lógica a tu potencial cliente de que su decisión de compra está justificada.
Algunos ejemplos serían las garantías, planes de pago, prueba social, etc.
¿Conclusiones?
¿Qué haces con toda esta información? ¿La enmarcas y la cuelgas en el salón de tu casa?
Bueno, es una opción, aunque yo te propongo otro plan.
Con toda esta investigación, no solo tendrás una simple lista con lo que con otros negocios hacen o dejan de hacer.
Tendrás a tu alcance una idea clara de los patrones de toda tu competencia.
¿Y qué significa eso?
Significa que puedes averiguar con facilidad si la mayoría de tus competidores van hacia una misma dirección.
Puedes averiguar cuál es la historia que los demás no quieren contar para contarla tú con todavía más fuerza.
En esencia, puedes hacer que tus textos resuenen un poco más en la cabeza de tu cliente ideal y que se acuerde de ti (de ti y no de otro) cuando llegue el momento de pasar a la acción.
¿Te parecen motivos suficientes?