Si este artículo se titulara «las reglas de oro del email marketing» te contaría algo así como:
- No agobies a tus suscriptores con muchos emails.
- Personaliza tus mensajes.
- Segmenta tus mensajes y testea constantemente.
- Usa emojis.
- Guíate por la fórmula PAS.
- Añade palabras poderosas a tu asunto.
- Dale un buen diseño que acompañe al copy.
- Evita las bajas a toda costa con campañas de reenganche.
- No intentes vender desde el primer día, hay que ganarse la confianza de los suscriptores.
- Envía tus emails dos minutos más tarde del amanecer los martes impares de cada mes.
- …
Algo por el estilo.
No sé tú, pero este es el manual que me he encontrado yo mucho más a menudo de lo que me gustaría sobre cómo escribir buenos correos o cómo llevar a cabo una buena estrategia de email marketing para tu negocio.
¿La realidad?
Al final, he acabado haciendo casi todo lo que me recomendaban no hacer (y no creo que sea la primera ni la última en seguir haciéndolo).
¿Las razones?
Las reglas han cambiado.
Por suerte.
Verás, hay aspectos del copywriting y la psicología de la persuasión que no cambian (y si lo hacen, será muuuy lentamente con el paso del tiempo). Y, aunque todavía tenemos mucho que aprender sobre las técnicas y los métodos que utilizaban los copywriters de la vieja escuela, también debemos aprender a ser críticos y entender cómo evoluciona el contexto de esas grandes «leyes persuasivas».
Puede que lo que funcione hoy no funcione mañana.
Puede que las reglas de oro del email marketing estén envejeciendo.
O puede simplemente que esas reglas no funcionen para ti tal y como te lo han pintado.
¿Y ahora qué?
Renovarse o cargarte a tus suscriptores de un disgusto.
A veces, esas estrategias tan utilizadas (esas reglas de oro) no encajan con nuestra marca, con nuestro modelo de negocio o incluso con nuestros clientes.
A mí me pasó.
Antes de especializarme en copywriting para email marketing, investigué. Investigué todo lo que te cuento en la pequeña lista de arriba. Y, simplemente, no encajábamos.
¿Qué hice y qué es lo que creo que puedes hacer tú?
Probar por el camino contrario.
ESCRIBE SIN MIEDO.
Una lista de suscriptores es un montón de gente dispuesta a descubrir lo que tienes que contarles.
Visto así, ¿qué te hace penar que es mejor escribirles cada dos meses que cada dos días?
O incluso un email diario (solo apto para los más valientes).
¿Y LAS BAJAS?
Piénsalo. Si a una persona que se ha suscrito a tu lista no le apetece saber de ti ni que le ofrezcas nada relacionado con tu negocio, ¿verdaderamente necesitas mantenerla en la lista?
Las bajas deberían ser algo positivo siempre y cuando te permitan mantener una lista de suscriptores que desean seguir atentos a tus palabras.
¿Y TÚ QUÉ DICES QUE VENDES?
Hay quien vende todos los días su producto o servicio a través de sus emails.
Hay quien ofrece información exclusiva a sus suscriptores para construir esa relación de forma duradera y solo vende en momentos puntuales.
Pero si tus suscriptores ni siquiera se han enterado de qué va tu negocio todavía, tienes muchos deberes por delante.
QUIÉN ES QUIÉN.
Esto es lo que se conoce como empezar la casa por el tejado.
Si no conoces a tu cliente ideal a la perfección y no tienes claro para quién escribes y por qué, de poco te servirá personalizar tus correos con su nombre y o perfilar el segmento más detallado de la historia del email marketing.
¿A QUÉ HORA?
Averiguar qué horario es mejor para enviar tus emails te tomará un tiempo y algo de esfuerzo para conocer a tu audiencia.
Sin embargo, mantener siempre el mismo horario de envío ayuda a crear un hábito (es casi una costumbre) de abrir tu bandeja de entrada ciertos días a ciertas horas esperando ver tu nombre y tu nuevo aparecer por la pantalla.
COPYWRITING + EMAIL MARKETING.
Si me preguntaran cuál es el pilar de una estrategia de email marketing, no lo dudaría ni un segundo: copywriting.
Puedes leer y leer sobre estrategias, técnicas, fórmulas, automatizaciones… Pero si esos mensajes no funcionan, si no conectan con tu audiencia ni provocan una reacción en ella, simplemente estarás ocupando espacio en su bandeja de entrada.
LA ÚNICA REGLA DE ORO.
Te lo resumo en dos palabras: no aburras.
Es lo único que debes saber cuando te sientes delante de la página en blanco para escribir tu próximo email.
Puedes escribir uno, dos o cientos de emails para tu negocio online. Mantén a tu cliente ideal despierto y con los ojos pegados a la pantalla con tus emails (y la creatividad justa para conseguirlo) y volverá a por más.
Me da a mí que a esta regla le va a costar un poco más envejecer rápidamente. 🙂
Y de posdata…
El email marketing es el camino despejado para llegar a alguien que verdaderamente está dispuesto a prestarte atención (cuando se hace bien). Pero, si no pruebas, puede que te quedes a medio camino persiguiendo unas viejas reglas de oro que ya no funcionan tan bien como antes.
Aunque te lo advierto: esto engancha.